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La felicidad Emocional son dos cosas distintas: por un lado están las sesiones, donde el terapeuta y el cliente se encuentran y no hay nadie más. Luego están los cursos donde sí hay más personas que comparten y aprenden al mismo tiempo.
Hay muchas diferencias entre las dos cosas, vamos a verlas en este vídeo.
Una sesión tiene una duración de hasta dos horas, un curso es de una hora por semana. En las sesiones trabajamos temas personales, sin embargo en los cursos hablamos de temas más generales. No podemos hablar de los temas particulares, personales de una persona que esté participando en un curso, obviamente, porque sino el curso se haría eterno.
Esta es una aplicación práctica. Las sesiones son muy prácticas.
Los cursos, sin embargo, se dividen en dos: existe una parte de teoría y luego una parte de práctica. La parte de teoría es la parte que vemos en los cursos y la parte de práctica es la parte que uno tiene que hacer, el trabajo que tiene que hacer sobre uno mismo.
En resumidas cuentas, las sesiones serían un poco como "comer", es decir que voy al restaurante puedo comer: llegar el camarero me dice qué es lo que hay hoy, yo le pido, me lo trae y luego se lleva los platos. Yo no tengo ni que poner la mesa, ni que quitarla, no tengo que fregar los cacharros y desde luego no tengo que cocinar. Porque hay otras personas que están haciendo este trabajo por mi.
Los cursos, sin embargo, son un poquito cómo aprender a cocinar. Entonces antes de llegar a comer, que es lo que puedo hacer con una sesión, en un curso tengo que aprender a cocinar. Tengo que aprender a conocer los ingredientes, tengo que conocer las recetas, tengo que saber cómo hacerlas, cómo juntarlo todo. Esto lo vamos a hacer en el curso.
Otra diferencia fundamental es el tiempo que uno tarda para conseguir los resultados. Si voy a un curso de cocina, está claro que después de la primera clase, si tengo suerte y con mucho esfuerzo (si nunca he cocinado antes) podré hacer un huevo frito o algo muy sencillo, sin embargo si voy al restaurante, desde el primer minuto puedo disfrutar de los platos más elaborados: es decir que está aquí un terapeuta que tiene experiencia que me puede ayudar, que me puede guiar para cualquier necesidad que yo tenga.
La diferencia está en el resultado que tu puedes conseguir. Las dos cosas llevan al mismo resultado, la diferencia es el tiempo.
Mi recomendación es hacer ambas cosas. Es decir: si tu ya sabes que tienes algunos temas que son urgentes o que son importantes para ti, entonces lo suyo sería verlos con sesiones, empezar por ejemplo con una sesión, identificar bien los temas que se quieran trabajar y luego seguir adelante. No es necesario hacer muchas sesiones y, sobre todo, no es necesario hacerlas seguidas. Se puede empezar con una sesión y luego ya vamos viendo, al cabo del tiempo, al cabo de una o dos semanas o de un mes, cuándo tú lo consideres, se puede hacer otra sesión.
Los cursos son distintos: te dan algo que te permite cambiar de forma estable tu vida. Obviamente requiere tiempo, requiere práctica, requiere un compromiso. El cambio estable se consigue con los cursos, aprendiendo tanto cuál es la parte teórica cómo la práctica, es decir cómo tú puedes cambiar tu día a días para que aquellos temas que ahora te ocupan tanto, no vuelvan a presentarse.
Quién está haciendo sesiones o ha hecho por lo menos una sesión, entiende mucho mejor de qué hablamos cuándo hacemos los cursos. Es evidente que si una persona ha ido al restaurante y ya conoce los platos más elaborados, cuando luego participar en el curso, ya sabe qué sabor tienen, conoce su aspecto. Y eso ayuda mucho.
Si quieres apuntarte a una sesión puedes rellenar el formulario en esta misma página.
